Rocío Silva





ANOTACIONES PARA LA MAMA MELITA

Desde donde las palabras
pierden su batalla,
anclada en la dulce añoranza
le hablo.. mamá.
Así sujeta al primer grito
llanto unísono
de vida y de comienzo.

Parto de su sempiterno amparo
hacia esos claros días
en que a través de sus manos
el mundo se me abría con ángeles y duendes.

Usted, trazadora con lazos de ternura
del sol de la palabra
de la brisa del verbo
¿Qué pudo detenerla mamá?
Nada...ni la pobreza fue motivo,
motivo fue el encuentro,
la colada morada, la fanesca, el chigüil,
el prístino...¡digo la alegría!

¿Cómo escondía el miedo?
al alquiler vencido,
a un hijo que no volvía
a un mañana incierto de pan y techo....
¿Cómo dio con la mágica olla?
de donde el mana brota y canta.

La lluvia su contrincante.
Usted mamá, su vencedera
blusas y mandiles refulgentes
en blancura de almidón y esperanza.

Yo la vi en complicidad con su plancha
someter tablones azul marino
y, conjurar el horizonte.

No hubo congoja por fuerte que sea
que no alcanzare la redención
en su regazo.
Usted mamá
templo para que las dudas
se cobijen de mariposas y confianza.
Todavía los trinos de su Carlota Jaramillo
revolotean de tarde en tarde
y no logran entonar coros con mi Pablo Milanés,
pero Usted y yo,
entonamos siempre la coincidencia,
el afecto.

¿Por qué esta hija tan rara?
Mamá, que desdeñó todo
lo que los otros anhelaban.
Usted, la culpable... con sus historias,
sus libros, su perpetua nobleza andina.

¿Qué pasó con su Jesucristo?
De llagas, perdón y capilla,
Yo sigo esperando a mi Cristo de fusil y barba,
¿Quién de los dos llegará primero?

Mañana cabalgaré nuevamente
en figuras ocres que parlan de tíos,
de la prima monja, del abuelo ferroviario,
de sillas vienesas, de agujas de vitrola.

Sí profanaré como siempre
esas cajitas-mundo-metal
donde Usted, mamita
esconde suspiros y saudades.

Cuénteme si ya su gata
parió ilusiones,
o si el crochet y el hilo
dejaron de brincar en sus dedos.

Mami tendamos por callejuelas y nubes
esos sus tapetes y colchas de colores,
cubramos el hambre
y el desamor de los otros.

Mamá, bórdeme una canción
con mimos y caricias
hoy que después de andar y andar
vuelvo a usted con la sonrisa desollada
y sedienta de absolución.