Byron Cartagena






                       Balance

Paraíso del destrozo neurológico.
También eso me ha dado.
Deformación y excesiva coloración.
Dientes rotos, hendiduras, cicatrices;
cortes, poemas y canciones.
Dolor, jadeo canino, convulsiones y
espasmos. Perlesía, entumecimiento.
Horror de ojos desbordados, inutilidad.
Producción onírica, insomnio y alucinaciones.
Desempleo e hidrofobia. Amigos.
Miseria, inapetencia, dipsomanía.
Risas, logicidad (?), selectividad.
Una muñeca rota.
Desvergüenza.
Criterio, contactos, sentidos disparados.
Sinceridad.
Verdades (medias y enteras), calumnias.
Demencia.
Mujeres, soledad, erecciones. Pena.
Angustia.
Oscuridad. Lunas rajadas. Amnesia.
Amaneceres en treking.
Muertes, suertes
en un suicidio pendiente.
Depresión, búsquedas artísticas. Lecturas.
Efímera osadía e imaginación.
Ergo,
como todo: activos, pasivos,
que arrojan este patrimonio
neto.