Tu
casa ya no será más mis comidas experimentales
tus
uniformes mal planchados
la
alcoba revuelta de mil basuras maravillosas
en
la que criabas a tus hijitas de caucho o de papel
ni
mis besos
los
de “una mamá que no es como son todas las mamás”
besos
con aroma de sándalo
de
alcohol
o
de otros besos
(que
olían a lo intruso, a lo que me raptaba de ti)
o
de yo simplemente
la
que tal vez te dio poco
tal
vez demasiado poco
pero
que quiso de muchas formas
trasmitirte
algo más que el primer aliento
veo
mi herencia en ti:
en
el ojo arrogante de tu sabiduría
en
tus pies que sueñan danzas
y
danzan hasta el éxtasis o el llanto
en
los ángeles y en los demonios
que
se deslizan hacia tu irremediable soledad de duende
maga
melancólica de las apariencias
de
los caprichos excéntricos de las musas
de
las emanaciones del más allá
en
tus dones de curandera
de
vidente a la que se le desnudan
las
interpretaciones de los misterios
en
tus fervorosas conversaciones con Dios
aquellos
mensajes que le enviamos desde chiquitas
como
a ”nuestro amigo del alma”
sin que nadie lo sepa
pájaro
pajarillo
de rutas impredecibles
con
tus cuadernos escolares idénticos a los míos
llenos
de figuras y de garabatos
cartas
amorosas
versos
profundas
reflexiones
y
un poco de materia escolar salpicada en cualquier parte
en
esa confusión
demencia
miedo
-tal
vez olvido
solo
espanto de ti misma
solo
olvido-
que
a ratos te asalta y te paraliza
obligándote
a huir hacia un hueco oscurísimo
donde
no comprendes nada
ya
no quieres nada
y
se retuercen junto a ti todas las realidades
en
tu manía por escarbar en los libros y en las historias ajenas
en
tu pasión por los escenarios
por
la exuberancia en bruto de la naturaleza
la
exuberancia de los hombres y sus costumbres
en
la fascinación inevitable
que
te arrastra hacia los artistas
los
genios
los
místicos
los
huérfanos y los locos
los
guerrilleros
los
santos, los vampiros, los brujos y los poetas
los
hippies
los
vagabundos y aventureros
los
niños cuando empiezan a descubrir el mundo
los
que siguen creyendo y caminando aunque estén suspendidos de un abismo
la
fascinación por las casas viejas
las
creativas
las
misteriosas
las
que son de barro o de caña
de
madera fragante
los
templos
los
antros
las
cuevas
y
el infinito
En
tu decisión
trastornada siempre por un frenesí atávico
de
“ ser normal y normal”
“¡nunca
como tu madre!”
En esa
lucha definitiva entre tu yo y tu yo
estarán
mi herencia
el
azar y tú
ojalá
nunca seas enemiga de ti misma
por
no saber reconciliar las vertientes que te conforman
con
las potencialidades de tu propio anhelo
porque
juntas son lo que serás en tu mayor riqueza
si
aprendes a integrarlas
recreándote
voluntariamente con todo lo que eres
tienes
doce años de edad
-apenas,
dice mi entraña, que hubiese querido guardarte para siempre-
doce
de habernos acompañado
encariñado
también
a duras penas soportado
creciendo
juntas y ayudandonos a vivir
pero
el destino es el destino
y
a cada cual le toca en su momento
rendirse
a él
o
él le rendirá de una más cruel manera
y
yo ya no puedo esconderme de su acoso
que
es peor que esconderme de mí misma
yo
ya no puedo huirle
porque
me están tragando sin remedio
los
más oscuros laberintos de mi propia identidad
Ahí
donde
se forjan los monstruos y las fuerzas
tengo
que mirarme en la cara más temible de mi sombra
derrotar
a mi bestia
domesticarla
para
que se me neutralice este miedo a mi propio ser
y
me permita ir mucho más allá de todas las locuras
y
de todos los infiernos
donde
pueda al fin desintegrarme
dejar
esta forma ya tan mísera
esta
cáscara fracturada
sus
mitos, sus apegos y sus repeticiones
y
volver a encontrarme renacida en un acto
de fe
y
en un espacio donde tú no alcanzas
En
todo fuiste mi sostén
por
el solo hecho de pertenecernos
fuiste
mi compañera
aunque
pequeñita siempre
pero
el rito de morir es una acción de solitarios
y
aunque pudiésemos estar juntas
por
el mismo amor que te tengo
no
puedo contaminarte con mi último alarido
con
esa nube negra que tendrá que disiparse
solo
poco a poco de mi nueva envestidura
tal
vez te recupere si es que logro encontrar después
aquel
manantial sagrado
donde
se beben las aguas puras de la creación
cuando
haya obtenido la clave de mi verdadera música
y
el camino de retorno a mis orígenes
y
esté libre al fin
de
esta inmensa tortura de ser y de no ser
que
me impide amarme
y
amarte
este
perpetuo deambular en un mundo estéril
donde
de tanto no tenerme
solo
soy reflejo de un reflejo sentido alguna
vez
cuando
la vida apenas me empezaba
Porque
me exigen ser madre
me
exigen lealtad también
los
aún vaporosos
pero
muy irrenunciables hijos de mi espíritu
los
que murieron antes de nacer
los
mutilados que vuelven
aquellos
que moran en mis pesadillas
en
mis manos inútiles
en
todos mis deseos y en mis contradicciones
en
este aire envenenado por su ausencia
que
me está matando
los
que me gritan desde lo más profundo de mí
sin
dejarse ver
como
tú
cuando
quisiste manifestarte en la materia
los
que están detrás del velo esperando
pidiéndome
parirles con impecabilidad
purificada
y entera como una sacerdotisa
que
va a oficiar una ceremonia irrepetible en el universo
para
que puedan ser lo que tendrán que ser
a través de mí
como
tú
Tenemos
que destetarnos
camina
agárrate
del impulso que te di
compréndeme
recházame
acéptame
mátame
en tu memoria si te es necesario
pero
no te destruyas
no
quieras castigarme convirtiéndote en una pobre victima
Mejor
aprovecha este momento para empezar a ser tu dueña
Insiste
en no ser como tu madre
como
yo
solo
en el seguir la ruta de tú mas preciado
anhelo
y
en el reconocerte como hija amada de la vida
y
como tal dispuesta a servirla y a descifrarla
fluyendo
libremente entre sus incógnitas
y
con las incuestionables decisiones de sus leyes
Nunca
como tu madre
pero
sí también como ella
en
su fuerza y en su mansedumbre logradas en el contacto con el espíritu
y
con la sabiduría de su propia alma
porque
aunque no te pido que creas en mis sueños
sí
quisiera que tengas sueños
y
también el valor para realizarlos
No
te abandono
yo
creo en la nobleza de mi vientre
por
eso creo y confío en ti
y
a ti te encargo para que te ayudes a seguir viviendo
Porque
te criaste junto a mi locura y a mi inspiración
con
mis sopitas
con
“los dulcecitos para las hijitas adoradas”
con
las canciones de cuna que junto a tu cuna canté
para
que me escucharas por siempre tejida entre entre tus silencios
y
jamás te sintieras sola
con
mis poemas
mis
filosofías
y
mis amores trágicos
entre
hierbas hechiceras
sahumerios
y
disfraces
en
mis horas de meditación
renunciación
felicidad
frenesí
conflicto
o amargura
con
mis ayunos de silencio interminables para ti
con
mis excesos
mis
actos precipitados y sus consecuencias
con
mis palabras sabias
mis sermones y mis discursos también
interminables
Con
mis “Carminas Buranas”
Cantos
Gregorianos
Novenas
Sinfonías, Beatles y Celias Cruces
ritos
de diversas religiones que intentaban asir de alguna forma la divinidad
sacerdotisas
y sacerdotes
gurús
shamanes
amantes,
maridos y pretendientes
refugiados
amigos-cómplices
de la bohemia
abandonos
o escándalos a medianoche
con
mi inmenso casi obsesivo amor por ti
que
me obliga a estar pendiente hasta de tus últimas acciones
para
que no tengas sufrimiento que yo no pueda socorrer
me
obliga a arrastrarte a mis aventuras
al
ojo del ciclón de mi desafíos
para
que tú también sigas creciendo
con
las vivencias que me construyen o que me destruyen
en
mi infatigable decisión de experimentarlo todo
o
de evolucionar
y
que me impide ser feliz con plenitud
en
los momentos hermosos
si
no estás tú a mi lado para compartirlos
Con
mi dolor
nunca
suficientemente consolado
por
no poder ser más madre
no
ser más de ti
con
mi histeria por ser madre
y
no viento
verso
libre
rayo
de sol que caliente pero que no pueda ser poseído
marea
nube
que pasa solo un instante por el cielo
ángel
o águila
cualquier
forma de libertad
y
no tener esta obligatoria ligazón con la tierra
esta
odiada cordura
sin
poder volar lejos
despedazarme
sumergirme
en el vacío
o
en la más frenética de las locuras
ni
vivir algo suficientemente fuerte
peligroso
creativo
malo
¡Ni
siquiera morir!
Ni
siquiera morir
porque
no puedo dejarte sin tu mamá
la
que te cuida
o
la que no te cuida
pero
existe
Atada
a esta tierra que me tuvo y que me tendrá siempre
porque
soy madre
soy
suelo firme
hembra
receptáculo
instinto
la
presencia que nunca te faltó
ni
te faltará
porque
aún con toda la distancia
con
cualquier distancia
siempre
te seguiré nutriendo
y
todo lo que yo realice o aprenda
emanará
energías vitales para la construcción de tu camino
Jamás
dudes de mi amor
también
por ti
porque
te amo
no
te expongo a soportar la culpa de un sacrificio
que
no podríamos ni tú pagármelo
ni
yo perdonártelo
solo
piensa en cómo te habré querido
que
siendo vagabunda infatigable
la
que solo pactó con el conocimiento profundo
de
las razones del alma
me
quedé prendida a tu sonrisita
fascinada
con el avance lentísimo de tus pasos
mirándote
vivir
como
quien devela todos los misterios
en
la contemplación del más maravilloso de los milagros
y
de tanto que ha sido y que seguirá siendo
esta
vorágine apenas comprensible que es mi vida
solo
tu ser me tiene y me traspasa hasta lo más recóndito
y
cada día velo en pedir luz que te proteja y que te ilumine
pero
también en la necesidad de ser verdaderamente digna
de
tu respeto y de tu cariño
No
me traiciono y esa es tu herencia
porque
solo te dejo mi nombre
aquel
que se intuye y se dibuja
en
una melodía casi siempre mágica
que
alumbra el sentido profundo de lo que es
la elección de mi sendero
Es
todo lo que tengo para darte
también
la libertad de que me trasciendas o que me trasgredas
igual
seré
tu cómplice pero también tu guía siempre
porque
eres mi carne
mi
espíritu está en ti
y
también inevitablemente y aunque nos llegue a pesar
he
sido tu ejemplo
Nada
te he ocultado
conoces
mis vicios
mis
límites y mis fantasmas
sabes
en que infiernos me consumo
a
que cielos intento remontarme
y
me has mirado en esa belleza indefinible
que
a veces es luz
y
a veces oscuridad
Me
has visto destruirme hasta llegar a ser polvo
por
un hombre que no es tu padre
sin
ser tu padre le preparabas el desayuno
adornándolo
con rosas frescas
porque
querías lo que yo amaba
y
tan leal y cómplice de mí has sido
tanto
no me juzgas
ni
juzgas la causa de mis obsesiones
que
aún guardas su foto en el álbum familiar
y
muchas veces
muchas
has
dormido en la cama de mi más cruel aflicción
dándome
tu ternura para impedir que muriera
¿Qué
puedo esperar de ti si no tu propia voluntad de ser?
Camina
Tiene
doce años de edad apenas
pero
así se ha presentado nuestro destino
la
sabiduría está en saber reconocerlo y en aceptarlo
No
te pido que me perdones
me
basta con recordar tu carita llena de lágrimas
socorriendo
a mis lágrimas
implorándome
suplicándome
“no
sufras por nosotras
no
sufras tanto
más
bien ¿qué va a ser de ti?”
para
confiar plenamente en tu nobleza
Sé
que llegarás a comprender
porque
no he renunciado a mi vida por tu vida
Quito, Marzo 1986