Y la habitación vacía me llevó a otras
ilusiones que inútilmente deseaba, ya no podrían pertenecerme, ya otros harían
lo que yo nunca. Jamás viviría con la señorita de ojos verdes y cuerpo estirado
del piso de arriba. Todas las pajas, y las películas porno que no he comprado
aún y las fumaderas practicando con la banda que no he conformado todavía. Las
fotos al desnudo con una puta o dos y recuerdos que no voy a tener ni en este
cuarto ni en otro porque la cagaste, la cagaste, mamá, por suicidarte y
quitarme las ganas de vivir; arruinaste lo que venía y ahora tengo que mudarme
a un centro lleno de jóvenes como yo, de padres alcohólicos y locos como tú,
porque ningún pariente quiere encargarse de mí, porque todos piensan que te he
matado