Alexei Páez ++





 VI

Entonces éramos cual una triste lluvia bajo un sol sin sentido; y la noche nos humillaba en su brusca oscuridad. Habíamos abandonado aquella ciudad monstruosa, y, si bien escapamos del sitio, la  realidad aún nos abrumaba.

Entonces, tú, yo, apenas aspirábamos algo del cristal nocturno, aquella niebla que nos rodeaba. Sin embargo fuimos felices por apenas un instante…

Mediante los sueños y la asquerosa realidad apenas alcanzamos a vincularnos, a ser: mi hermosa dama se agotaba, yo apenas creía en mi voluntad. El Universo nos consumía.

Descubrir siempre es impactante: aquel momento simplemente nos abolió. El encuentro con la muerte es el único instante vital, nuestro orgasmo, y entonces, por fin, nos reencontramos y todo lo pasado fue siempre peor…