Como la acera de la esquina se introdujo en su vuelo,
frenó bruscamente… Transpirando, pugnaba por continuar. Intolerable la
situación de su marcha, así…, entrampada; ella, ave libre, resulta que solo fue
la apariencia. Empieza el ahogo y da marcha atrás procurando el lugar del
estancamiento: de modo que picotea los puntos de la línea de acera buscando
liberar su trayecto… ¡Desgracia! El pico, harto, se confunde con la línea
aquella.
PASAN LAS HORAS. EL LUGAR, IMPÁVIDO,
ESPERA EL VUELO DE OTRAS AVES
PARA CONTINUAR LIBERANDO EL CIELO.