May Lana






Poesía innominada

I
El agua se enquistó con mi sangre, murmullos de un útero que ha muerto cauterizado.

Un minuto dentro de la tina para no despertar; dos para morir.

Veo nubes de algodón; pero el diablo me saluda.

Me recojo y comienzo a llorar con quejidos de gata;
recojo mis pasos y los llantos de mi niño muerto en la sala de curetaje

Me siento como una monja vestida de mujer,
recuerdo cuando mi cuerpo despojaba olores y sabores.

- Un minuto para vivir, dos para morir.-

Soy un animal salvaje domesticado.

Necesito sublevarme – resistir -M/L

II
Un extraño me habla por las noches
su voz irrumpe en medio del sonido de la muerte.

Me encuentra casi siempre insomne a las tres;
intentando recoger los malos pasos de mi conciencia.

Detrás de la cerradura de metal y de mi mente
suena un violín y canta.

Y las arterias se estremecen, la soledad no duele.

Golpea mi conciencia y me deshereda
me despoja, se va y se queda.

Todo lo persigue, muy de madrugada.

Las mariposas hambrientas de mi corazón
a veces comen un poquito de su mano;

Algunas enferman y mueren -las lloro-

Otras se encarnan en ideas -las escribo-

III
Soberbia y sabia;
áspera con la ignorancia
delicadamente fuerte.

Yo no me ausento nunca; me escribo
me embriago, fumo y escribo. ¿Qué haría yo sin ellas?
las palabras me rodean y merodean.

Tengo varios amantes; son mis letras;
mi ego indestructible; mi cuerpo aún frágil y medicado es armadura de guerra.

IV
Todas las almas vacías; simples palabras
séquito de pueblerinos intentando deshacer- me.

Santas fingiendo orgasmos
o teniendo orgasmos a escondidas;
Criando hijos con una biblia en la mano
y en la mente la hipocresía.

Personas llorando en los entierros
y comiendo al muerto en pe-da-zos
-cacería humana-

Damas perfectamente maquilladas
con el alma golpeada;
"Caballeros " de terno y corbata con alma corrupta.

Y los artistas para aquellos son "drogadictos " los comerciantes
Y escribir es una herejía y el silencio es lo "moral". Y las madres solas son "putas"
y las mujeres golpeadas y con marido son "damas";

Evangelistas sin Dios y con diezmo,
ateos con alma y caridad.

Miserias humanas y humanos; opus de ideas y pensamiento.

V
Se me hacía necesario morir a veces:

En el niño que sangró de mi útero:
en las palabras que me sepultaron y amordazaron;

En el vértigo que me embriagaba y en los golpes que me pintaron de púrpura la piel;
morir en los humanos que me perseguían y en las voces que maullaban:
Muy despacio cerca de mis oídos –Quiero tú muerte-

También podía morir:
cuando sentía un soplo en la entrepierna con un orgasmo;
al parir a mis hijos.

También cuando gritaba y puteaba al mundo, de dolor moría;
y cuando un ajeno a mi cuerpo me entrelazaba, cuando la maldad y la bondad explotaban en un orgasmo:

Volvía...

Como gata callejera: a vivir una más de mis siete -que son como 34- vidas.

VI
Clonazepam, zoloft y neuryl...

El desamor ya no tiene nombre, me medica las entrañas del cerebro,
mata alguna de mis neuronas
El amor se nombra por sí solo:
Placer, escritura, el lenguaje,
aquel que  me recompone, me sonríe:

Ya no quiero escarbar las entrañas de las profundidades de la tierra
el diablo me busca tan perverso – a través de la escritura-.

VII
Tengo la piel tan blanc que simulo ser un espectro,
cuando me meto en cuerpos extraños, me ruborizo un poco, jadeo.
Mi mente enloquecida es música, canción y oración…
Cuerpo de Cristo ¡Sálvame!
Virgen de la Dolorosa ¡Embriágame de placer!
Espíritu Santo ¡venid hacerme el amor!
Dibújame en un papel de color y dale luz a mi vida;
que sólo se dibuja en medio de las calaveras de mi habitación
Mientras ellas gozan de mi insomnio y desafían mi ansiedad, yo tengo miedo.