POEMA DE LAS 10:15
*
¿Cuántas veces, amantes del inicio del mundo,
vieron la misma luna en la que nos hemos perdido,
bajo el humo, bajo la carne, bajo la hierba?
¿Cuántas veces, antes de la ceniza o la tumba,
han tenido estos una estrella flotante naciendo entre sus
labios?
¿Cuántas, hicieron altar de sus espaldas
a pesar de los mastines?
*
Jugamos a vivir dentro de Lorca un domingo de noche:
-¿Si yo fuera caja de música?
-Yo sería pluma.
-¿Si yo fuera secreto?
-Yo sería templo.
Y una galaxia de nombre de piel se abre hasta la altura del
aliento.
*
Pero la alegría de las hienas, oscuro viento de voces.
Los colores rotos de los días: esqueleto de sonrisa envuelta
en hielo.
Pero los pozos del cielo, fango que alcanza nivel de corazón.
Las tareas mínimas del olvido: travesía sin Virgilio, agujero
negro.
*
¿Acaso es el año de nuestro nacimiento?
¿Ves conmigo la altura de ese templo?
Tengo uñas como tengo espada como tengo un mapa
del continente tendido como mascota feroz y leve.
Tierra esperando ser poblada
por el ojo que mira este poema,
por la diástole que lo sella,
por la mano que lo abre y ya no lo devuelve.