Soraya Fernandez DF

EL ARLEQUIN DE LA BUENA SUERTE

Con el alma completa
y el llamingo tenue en el hilo de mi ser,
condenada en el sutil vuelo de la alondra
te encontré...

El obsoleto crujir de mis entrañas
Gritaban voces
Gritaban ilusiones
y el eco fluctuante de andares solitarios
transportaban esperanzas perdidas
esperanzas disolutas en el halo del coral,
en el musgo de las piedras,
en las redes oscuras del atardecer

Que eco mas absurdo y voraz!
Que ilusión mas cotidiana y miserable!
El antagonismo sinuoso se perdió
Y absorta ante el tumulto desperté…
Desperté y el eco seguía sonando
Destellando contrastes de mar
Ilusiones de brisa
Engendros de amor
Llantos de ilusión
Mi amor… …





ANEXO

El dominio de la palabra Vida
la cuerda floja en la antesala del púlpito
un ruiseñor acompañando la orquesta
el irónico riendo las desgracias,
el músico acomplejado,
un orador sin trono,
un muro levantado.

El taciturno de la alba-noche
encerrado en un corral de palpitaciones
dormitando el encuentro
el pensamiento sumido en escape
la dialéctica compacta de luces
verbos, verbos y mas verbos
agua, elementos, holocausto caníbal.

Y lo hermoso se perdió en un sueño,
y lo austero rodea al hombre
ciclopes de ojo negro
faltos de luz, faltos de amor
regalía de tuertos inarmónicos
estupefactos de un credo concentrado
          ------ Vida ------