A MIS MUERTOS
“salieron deslizándose de los agitadores
entremeses de la pasadera de
días cuando balbuceaban las horas conocedoras de su
final cómplices de su huida”
les conoció el quito
el quito del color celeste
el del claro estrellado
el del nublado neblineado
el del aguacero soleado
el de la sequía mojado
cuando corrían sus pisadas
y se trastocaban sus amoríos
en las lomas y quebradas
de este valle sin tiempo
que solamente atestiguaba
la respiración de su ocaso
la interrupción de su amanecer
la muerte se mostraba
tan incierta y tan sabia
sobre un horizonte pálido
de enmudecidos gritos
y gemidos exasperados
para arrancarlos plácidamente
y arroparlos con su sombría capa
librándolos de unos pesares
y privándolos de otros
la muerte nunca tropieza
camina siempre erguida
transmuta segura de sí
….lumínica
cogió de sus manos
para arrastrarlos a su regocijo
y abandonarlos quien sabe
a la eternidad
o al olvido
cuánto esperaré por ustedes?
donde se van de bruces esos pajaros negros
y los gusanos viven del taciturno oleaje de sus víceras
soportando la lírica agonía de los vivos
y las pestes aglutinadas en las esquinas
mientras tanto bailaré
los tonos de las danzas de guerra
y las melodías de los corazón de oro
en las noches alunadas de plata.