Carlos Viver / La piel del escarabajo




Alguien aplasta el botón y este no responde, Aquí se esconde una bomba que tiene destino y no explota? Quién guarda el secreto? cual es la llave cuyos dientes amarillos solo consuelan al vetusto piano con caries, ya llegare donde me piden los saurios, ya estaré en el archipiélago maldito donde el tiempo se arruga recogiendo cadáveres y el sol se encarga de clavar sus colmillos de oro con la potestad seminal de dejar que circulen arañas por tu ombligo sin el menor resquemor de hacer de mi lugar su nido ¿y si el cariño se dividiera? ¿y si tu corazón fuera solo un hexágono? me echare sobre la ruleta y ahí en el vértigo quedaría apostada mi suerte pues es imposible burlar a la muerte ignorando el yeso hospitalario de su rostro escarbando en un tiempo de pétalos viejos como los siglos que dura esta historia, no te asustes no te quedes quieto, atrapa la música de los animales que escapan del cielo, pasa los arbustos leñosos y corre por los campos tapizados de retamas donde quedaras loco por el mismo azafrán que cortó la oreja de Vicent, las gotas de sudor iluminaran la boca del túnel, te frotaras los ojos con tu propia esperma escapando del vacío de la calavera, ahí, donde pacen los bueyes en medio de la bosta nace la flora de mis delirios jugando con la erección automática en la plenitud de la meseta en medio del vaivén tibetano masticando la coca de tus pezones aguardo en el garaje al costado de los recuerdos mis muñones de ciprés se amarran a tu cintura y florecen los retoños de la bella madre luego la sospecha la adicción los instantes vividos fueron frágiles ilusorios como la cascara de una burbuja en un mar violento atrapados por una soga de trabados nudos sofocantes palabras que pierden brillo al trotar del sol la gravedad me inclina a recoger flores para el funeral así el único cuerpo que herede rueda y se deshace en el vacío no hay quien detenga la obscura noche nadie corta los tendones tiesos de la muerte oráculos anteriores tejen nuevas historias para los nuevos viejos que se suceden en nuevos niños se escucha golpear las alas del viento contra las piedras un inmaculado cisne es sometido por un alacrán que danza enmascarado la victima sufre de espasmos los fluidos aromatizan los cuerpos, los gemelos se contienen el nido de la memoria se desarregla deambula a tientas entre personas en peligro de resucitar se sienta en una acera y estira la voz para decir la historia del intruso que al lanzar el anzuelo se convirtió en su propia carnada nada contiene la nada enfundo mi locura en la piel del escarabajo y llego al pueblo por un camino pedregoso con las oraciones a dúo con el mudo campanario que recién despierta.