Juan Carlos Cucalon / Esperar





Espero poder esperar

Dije hace un rato de este día
Ya anochecido y marcado
De manchas inexplicables

Vaya a saber si lo marrón en la punta
Del zapato blanco y celeste es
Mierda o algún sucedáneo.
Si el opaco goterón que huele a
Cloro a la izquierda de mi bragueta
Perdió la oportunidad de tener padre.
Si los oscuros, que ya se aclaran,
En la bufanda se transfirieron
De chupetes besucones o eran
Las ofrecidas lagrimas de caramelo
Que rechazo siempre cuando el
Cuarto del Berlín se pone tierno.

Que me expliquen por qué
Estas nuevas pecas más profundas,
Más duras, en alto relieve…
No puedo cargárselas a la tarjeta
No se evanescerán si me las
Lame algún cachero.
Que vienen como los premios de
Las promociones que dan los seguros
De vida más caros,
Esos que no te aseguran nada…

¿Seguro? Ni el cinturón militar
¿Segura? La burla, la mentira, la pasión.
¿Seguridad sin género? El miedo…

Y todo sale de cuatro sorbos de vino…
Poe hablaba del elixir, ¿Cuál?
La necedad también tiene su encanto
En cuanto no provenga de la idiotez.
Bendita estulticia, divina ingenuidad
Sabrosa cojudez…

Ignorar trae aroma de banquete
Y se prueba con los dedos,
Sin vergüenza… Vaya con Dios…
Pero, siempre hay quien replica
Regrese con el diablo

Igual, el tema es no quedarse
Allí, ni ahí, ni acá.
No quedarse…
Pero, otro te sugiere:

¡Despierta!

Y, espero…

Necia, la mesa, sigue patoja…
Árbol que crece torcido…
No sirve para cómoda.

La agenda del que no tiene tiempo
Esta vacía.
O, lo que es lo mismo, llena de NOs.
Mejor no tener agenda, por que los
Fracasos conseguirían fecha impostergable.