Nervaduras se
entrecruzan
en el vaho asfáltico
flujo
audiovisual se cuece en La
Vasija de Barro
nos
miran dentro del microondas
las
pupilas de la pequeña muerte
deambulantes
en
las cámaras frigoríficas pisamos
las
inyectadas aspas de los ángeles
Canciones
de cuna se desmayan sobre El Vacío
dodecafónicos
anuncian plumas envenenadas
Es
menos que pálida cinta
satinada
inmutable
errante
y sin embargo inmóvil
pálida e inmóvil
fría su boca y el zaguán de sus encías
cemento esófago
dormitorios de cabeza helada
húmedos cajones de dulces
volátiles enaguas de Viento la relamen
los alados salen de las madrigueras
sin origen
sin Acto
de
asfalto
Agosto Yo
albricias
Escenarios
monotonía anual
afiches tatuados en mi plexo
cabezas de agujas
peleles en hamacas
Libros almohadas
in
vitro
pieles frescas que descubren
el fulgor de Madres en Montaña
y la vejez
lo colgante
el humillante uso de su máscara
Niñas canosas archivan adioses
en el filtro inexacto de las manecillas
de asfalto
Agosto Yo