Jaqueline Caicedo




 “Dentro de poco dormirás. Y, al despertar, habrás pasado a formar parte de un mundo nuevo” Haruki Murakami


Escucha el susurro del viento
dice el soñador

Trae noticias
que se juntan con
las voces de los pájaros

Lleno viene
de un imborrable eco
de antaño

De aquellos tiempos
en que los dioses estaban aquí
vivos en la tierra

En que las madres
amamantaban a sus hijos
De sus grandes pechos brotaba la vida

En que los océanos cubrían todo
con sus aguas sagradas

Este susurro trae pegado
el sueño milenario de los hombres
de ser hojas en el viento


Vas sintiendo la boca
pesada y torpe

Tus manos levemente
me traspasan
Como si mi yo fuera trasparente
e invisible a los ojos humanos

Me acostumbro a este deambular
sin cuerpo

Voy sintiendo los labios
derretirse

Mientras tus pies se evaporan
en un ir y venir sin rumbo

De día ave
De noche cuervo

Presiento el final
como cuando de niños
el juego terminaba


Una historia más sin un final feliz
Un cuento sin trama
Sin principio ni fin
Sin palabras


Era la poesía
La que me poseía
Tu cuerpo redondo
sobre el mío plano

Eran tus ojos
Al revés

Tus manos
En mi piel
Desde adentro

Tu aliento
Sin pausa
Sin puntos
Ni comas

Decido darme la vuelta
Mirar por la nuca
Sentir por la espalda

Me dejo llevar por tus labios
Por tus manos
Por tus silencios